Un servidor dedicado es, sin duda, la mejor opción para las empresas, cara a tener un servicio de alojamiento web y otros servicios de red que disfrutar de manera exclusiva. En términos generales, contratar un servidor dedicado supone el alquiler de un ordenador a una empresa encargada de suministrar estos servicios y disfrutar de todos los recursos que la máquina ofrece sin tener que compartirlo con el alojamiento de más empresas.
Al contrario que ocurre con el alojamiento compartido o hosting, donde diferentes clientes que hayan contratado este servicio comparten la capacidad y los recursos de la máquina, en este tipo de servidor -algo más caro que el hosting-, su configuración puede adaptarse a las necesidades de cada cliente. También permite disfrutar de un servicio dedicado permitiendo una mayor seguridad, una facilidad en sus actualizaciones periódicas y mayor control sobre las aplicaciones del servidor.
En este tipo de servidores, el servidor se encuentra alojado en un centro de datos, sin depender del consumo de recursos de clientes ajenos. Y en su mayoría son grandes empresas que necesitan un acceso total a la máquina y un rendimiento al máximo debido a las características de su proyecto en la red, como es el caso de las grandes corporaciones. El cuidado y la conectividad a internet de estas máquinas siempre dependerán de la empresa que provee el servidor.
¿Cuál es su precio? Contratar un servicio dedicado para empresas no tiene porqué ser excesivamente caro y puede tenerse desde apenas 150 euros al mes. Lo que siempre hay que tener en cuenta es que este siempre favorecerá el rendimiento de nuestro servidor web, será más rápido, seguro y potente, y con ello la empresa que lo contrate no tendrá ningún problema en relación a su página web. También dispondrá de un mayor espacio de almacenamiento, los datos ya no competirán con el de otras webs y por tanto su transferencia será más alta.