El punto de partida de cualquier negocio en internet, aparte de la idea esencial del mismo y un básico pero obligado plan de actuación que llevar a cabo, es la correcta elección de un hosting o alojamiento web. Su elección es vital para poder empezar a mostrar los servicios, productos y la naturaleza de nuestro negocio, o lo que es lo mismo la elección del servicio que nos va a poder permitir el plasmar el contenido de nuestra página web.
Los hostings son ofrecidos por los diferentes proveedores que alquilan al mes o al año un servicio conectado a la red y donde se pueden subir y almacenar diferentes tipos de ficheros accesibles siempre vía internet. Sin embargo, hay multitud de empresas que ofrecen un elevado número de hostings diferentes, muchas ofertas y al final, también, mucha confusión. Por ello, debemos de tener muy claro qué hosting elegimos, no dejarnos llevar por lo más baratos, ni por ofertas llamativas y siempre leer la letra pequeña.
A la hora de elegir un hosting debemos asegurarnos que este nos permita tener un buen servidor de correo electrónico y no quedarnos nunca, con la necesidad y la imposibilidad de tener poseer más direcciones. Lo ideal es contratar un hosting que ofrezca, como mínimo alrededor de 50 cuentas de correo ya que nunca se sabe cuál va a ser el organigrama futuro ni las necesidades de tu web y/o de tu empresa. En cuanto al espacio, un buen hosting debe de partir de 200 Megas, un soporte al alojamiento de aplicaciones web y varias bases de datos para crear sistemas CMS, blogs o foros de discusión además de la posibilidad de crear discos virtuales, o lo que es lo mismo, crear almacenamiento en la nube desde tu propio hosting. Para una buena transferencia de los datos, se debe elegir un hosting que tenga, como mínimo, 6 GB.
Si tienes un dominio en otro proveedor diferente, no te preocupes, redireccionalo desde tu proveedor de dominios a tu servidor de hosting o, en cualquier caso, siempre uno de los dos proveedores puede ayudarte a hacerlo. Y no te olvides, si dudas que sistema operativo es el mejor para tu hosting, la solución es Linux. Es el más utilizado, el que menos problemas ofrece y el más recomendado si vas a utilizar sistemas de gestión de contenidos como WordPress o Joomla, vitales en este momento en la mayoría de las webs.
Podríamos clasificar los tipos de hostings en cuatro grandes familias, el gratuito -solo recomendado para principiantes y con pocas posibilidades de interactuación y espacio-, el especializado como wordpress que ofrece mayor estabilidad, velocidad y seguridad y muchos menos quebraderos de cabeza -aunque es el más caro-, el compartido que es el tipo de hosting más usado, donde varios clientes utilizan su propio espacio privado, ideal para pequeños negocios, no muy caro… aunque tenemos que tener en cuenta que también es incapaz de absorber grandes cantidades de tráfico y que suele verse perjudicado por caídas más frecuentes que el especializado. Y el Hosting VPS. Éste funciona con su propia copia del sistema operativo, es más rápido, soporta gran nivel de tráfico, cada cliente puede instalar su propio software y gestionarlo pero no es nada fácil hacerlo y requiere de importantes conocimientos técnicos que no todo el mundo posee.
Para finalizar, destacar que a la hora de elegir un hosting cabe la pena tener en cuenta que la empresa en cuestión incluya otros servicios añadidos que te van a ayudar sobremanera con tu web, como un antivirus, antispam, un panel de gestión básico, un espacio donde ver las estadísticas de la página y, sobre todo, una atención telefónica y personalizada ante cualquier duda.