A la hora de poner en marcha nuestra web, queremos que ésta vaya siempre genial, no de ningún problema y tenga la suficiente capacidad para satisfacer nuestras necesidades. La elección del hosting es esencial, pero en ella no todo vale. Y estas son algunas recomendaciones que se deben seguir.
El hosting o alojamiento web en español, es el servicio que provee a los usuarios de la red de una sistema para almacenar información, imágenes, videos… y cualquier contenido accesible mediante la web. Cuando diseñamos nuestra página web hay que tener muy en cuenta, por tanto, qué hosting elegir. Para ello debemos de seguir una serie de preceptos y reglas para que nuestra web no tenga ningún problema.
Por ejemplo, debemos preguntarnos a la hora de elegir un hosting la funcionalidad de nuestra página web. Es decir, si ésta solo va a ser informativa y bastará con unas 4 o 5 subpáginas y un formulario, no se necesitará mucho espacio y por lo tanto contar con entre 8 y 15 megas es suficiente. O lo que es lo mismo, un hosting básico.
Si lo quieres es una página web que funcione como un blog y cada cierto tiempo e incluso varias veces por semana subirás videos e imágenes, tu espacio empezará a cubrirse rápidamente y tu hosting básico puede quedarse insuficiente. Negociar con tu proveedor o tener esto en cuenta antes de contratar cierto hosting es importantísimo.
Quizás has pensando en diseñar una página web dinámica con mucho tráfico de visitantes, páginas donde vendes algún que otro producto, donde pones anuncios, donde incluso pueden haber descarga de documentos, donde vas a subir muchas imágenes (como las páginas de ventas de casas o coches). Aquí lo recomendable a la hora de elegir un hosting para la web es que éste sea ilimitado. Un tipo de hosting que te irá dando más espacio conforme utilices el existente. Y ojo, también necesitarás más ancho de banda o velocidad para soportar el tráfico de usuarios.
El e-commerce está de moda y las tiendas virtuales también. Si quieres vender por internet lo más recomendable es optar por hosting con una Ip dedicada o dirección real ya que esta característica es algo a lo que obligan empresas como Mastercard o Visa para utilizar las plataformas de pago en línea. La IP dedicada es un precio añadido que tendrás que sumar al del hosting elegido.
Y, por último, si vas a transmitir en video, un servicio Streaming que contienen el hardware, software y ancho de banda necesario. Y si quieres crear un portal de grandes dimensiones como el que utilizan los medios de comunicación o las universidades, necesitas tu propio servidor que puedes alquilar online.